GESTION DEL RIESGO

Es un proceso de planificación, dirección y control dirigido a la mitigación de eventos adversos.


jueves, 18 de abril de 2013

DESTRUCCIÓN DE LOS SUELOS


La tala de bosques y la erosión

Las cifras indican que la destrucción de bosques llega en nuestro país a niveles abru madores. Hace 10 años se hablaba de 400.000 hectáreas anuales. Hoy, los más optimistas se sitúan en 600.000 hectáreas en tanto que otros consideran que se están destrozando 800.000.
Datos muy serios afirman que en el término de doce o trece años se habrán agotado nuestros árboles y será necesario importar toda la madera de consumo.
Con las selvas y los montes se habrá extinguido, también una inmensa variedad de especies animales y vegetales, que constituyen parte fundamental de nuestro patrimonio natural y del mundo.
Y con la destrucción de la vegetación, se agotarán también las aguas y los suelos. En la actualidad cada año sepultamos en el fondo mar cerca de 500 millones de toneladas de tierra fértil arrastradas por los torrentes que, sin obstáculos, desmoronan las laderas provistas de la protección de la vegetación.
Y los ríos, destruido el equilibrio de sus cuencas, y deteriorados sus cursos por el exceso de sedimentación, no tienen ya capacidad de navegación ni de contención de aguas. En consecuencia, cada año aumentan las miles de hectáreas inundadas con pérdidas incalculables, tanto en vidas humanas como en recursos materiales.



SUELO ORGÁNICO


El estudio de la dinámica del suelo muestra que sigue un proceso evolutivo al que son aplicables por completo los conceptos de la sucesión ecológica. La formación de un suelo profundo y complejo requiere, en condiciones naturales, largos períodos de tiempo y el mínimo de perturbaciones. Donde las circunstancias ambientales son más favorables, el desarrollo de un suelo a partir de un sustrato geológico bruto requiere cientos de años, que pueden ser millares en climas, topografías y litologías menos favorables.
Los procesos que forman el suelo arrancan con la meteorización física y química de la roca bruta. Continúa con el primer establecimiento de una biota, en la que frecuentemente ocupan un lugar prominente los líquenes, y el desarrollo de una primera vegetación. El aporte de materia orgánica pone en marcha la constitución del edafon. Éste está formado por una comunidad de descomponedores, bacterias y hongos sobre todo y detritívoros, como los colémbolos o los diplópodos, e incluye también a las raíces de las plantas, con sus micorrizas. El sistema así formado recicla los nutrientes que circulan por la cadena trófica. Los suelos evolucionados, profundos, húmedos y permeables suelen contar con las lombrices de tierra, anélidos oligoguetos comedores de suelo, en su edafón, lo que a su vez favorece una mejor mezcla de las fracciones orgánica y mineral y la fertilidad del suelo.



CARACTERÍSTICAS FÍSICAS

  • Litosoles: Se considera un tipo de suelo que aparece en escarpas y afloramientos rocosos, su espesor es menor a 10 cm y sostiene una vegetación baja, se conoce también como leptosales que viene del griego leptos que significa delgado.



  • Cambisoles: Son suelos jóvenes con proceso inicial de acumulación de arcilla. Se divide en vértigos, gleycos, eutrícos y crómicos.
  • Luvisoles: Presentan un horizonte de acumulación de arcilla con saturación superior al 50%.
  • Acrisoles: Presentan un marcado horizonte de acumulación de arcilla y bajo saturación de bases al 50%.
  • Gleysoles: Presentan agua en forma permanente o semipermanente con fluctuaciones de nivel freático en los primeros 50 cm.
  • Fluvisoles: Son suelos jóvenes formados por depósitos fluviales, la mayoría son ricos en calcio.
  • Rendzina: Presenta un horizonte de aproximadamente 50 cm de profundidad. Es un suelo rico en materia orgánica sobre roca caliza.
  • Vertisoles: Son suelos arcillosos de color negro, presentan procesos de contracción y expansión, se localizan en superficies de poca pendiente y cercanos escurrimientos superficiales.




TIPOS DE SUELO

 
Existen dos clasificaciones para los tipos de suelo, una según su funcionalidad y otra de acuerdo a sus características físicas.




POR FUNCIONALIDAD
  • Suelos arenosos: No retienen el agua, tienen muy poca materia orgánica y no son aptos para la agricultura, ya que por eso son tan coherentes.
  • Suelos calizos: Tienen abundancia de sales calcáreas, son de color blanco, secos y áridos, y no son buenos para la agricultura.
  • Suelos humíferos (tierra negra): Tienen abundante materia orgánica en descomposición, de color oscuro, retienen bien el agua y son excelentes para el cultivo.
  • Suelos arcillosos: Están formados por granos finos de color amarillento y retienen el agua formando charcos. Si se mezclan con humus pueden ser buenos para cultivar.
  • Suelos pedregosos: Formados por rocas de todos los tamaños, no retienen el agua y no son buenos para el cultivo.
  • Suelos mixtos: Tiene características intermedias entre los suelos arenosos y los suelos arcilloso, es decir, de los dos tipos.




SUELOS

Se denomina suelo a la parte superficial de la corteza terrestre, biológicamente activa, que tiende a desarrollarse en la superficie de las rocas emergidas por la influencia de la intemperie y de los seres vivos (meteorización).
Los suelos son sistemas complejos donde ocurren una vasta gama de procesos químicos, físicos y biológicos que se ven reflejados en la gran variedad de suelos existentes en la tierra.
Son muchos los procesos que pueden contribuir a crear un suelo particular, algunos de estos son la deposición eólica, sedimentación en cursos de agua, meteorización, y deposición de material orgánico.
De un modo simplificado puede decirse que las etapas implicadas en la formación del suelo son las siguientes:
Inicialmente, se da la alteración de factores físicos y químicos de las rocas, realizada, fundamentalmente, por la acción geológica del agua y otros agentes geológicos externos, y posteriormente por la influencia de los seres vivos, que es fundamental en este proceso de formación. Se desarrolla así una estructura en niveles superpuestos, conocida como el perfil de un suelo, y una composición química y biológica definida. Las características locales de los sistemas implicados —litología y relieve, clima y biota— y sus interacciones dan lugar a los diferentes tipos de suelo.
Los procesos de alteración mecánica y meteorización química de las rocas, determinan la formación de un manto de alteración o eluvión que, cuando por la acción de los mecanismos de transporte de laderas, es desplazado de su posición de origen, se denomina coluvión.
Sobre los materiales del coluvión, puede desarrollarse lo que comúnmente se conoce como suelo; el suelo es el resultado de la dinámica física, química y biológica de los materiales alterados del coluvión, originándose en su seno una diferenciación vertical en niveles horizontales u horizontes. En estos procesos, los de carácter biológico y bioquímico llegan a adquirir una gran importancia, ya sea por la descomposición de los productos vegetales y su metabolismo, por los microorganismos y los animales zapadores.
El conjunto de disciplinas que se abocan al estudio del suelo se engloban en el conjunto denominado Ciencias del Suelo, aunque entre ellas predomina la edafología e incluso se usa el adjetivo edáfico para todo lo relativo al suelo. El estudio del suelo implica el análisis de su mineralogía, su física, su química y su biología.






jueves, 11 de abril de 2013

PELIGROS EN ZONAS ARIDAS Y SEMIARIDAS


a. Desertificación
La desertificación, o degradación de recursos en tierras áridas que crea las condiciones para un desierto, emerge de una serie da acciones interrelacionadas e interdependientes, generalmente causadas por la sequía combinada con la presión ejercida por poblaciones humanas y animales. Las sequías son períodos prolongados sin lluvia en los ciclos climáticos naturales. Los ciclos de periodos secos y húmedos presentan problemas serios para pastoreo y campesinos que se arriesgan con estos ciclos. Durante períodos húmedos, el tamaño de los rebaños aumenta y los cultivos se proyectan hacia áreas mas secas. Mas tarde, la sequía destruye las actividades humanas que han sido extendidas más allá de los límites de capacidad de sostenimiento de la región.
El sobrepastoreo es una practica frecuente en tierras secas y es la actividad singular que más contribuye a la desertificación. El cultivo en tierra seca se refiere a la agricultura que depende de la lluvia en regiones semiáridas, donde el agua es el factor principal que limita la producción de cosechas. Los granos y los cereales son los cultivos más generalizados. El cultivo en secano es una práctica peligrosa que sólo puede tener éxito si se adoptan medidas especiales de conservación tales como el mascullamiento del rastrojo, barbecho en el verano, cosecha por hileras, y labranza limpia. La desertificación de tierras secas en América Latina, generalmente puede ser atribuida a la combinación de mal manejo para explotar la tierra y las fluctuaciones naturales climáticas. 





b. Erosión y sedimentación
La erosión del suelo y la sedimentación resultante constituyen peligros naturales importantes que producen pérdidas sociales y económicas de grandes consecuencias. La erosión ocurre bajo toda condición climática, pero se considera como un peligro de zona árida porque, junto con la salinización, es una: importante causa directa de la desertificación. La erosión por el agua o e) viento ocurre sobre cualquier terreno en pendiente, sea cual fuere su uso. Los usos de la tierra que aumentan el riesgo de erosión del suelo incluyen el sobrepastoreo, la quema o explotación de bosques, ciertas prácticas agrícolas, caminos y senderos, y el desarrollo urbano. La erosión del suelo tiene tres efectos principales: pérdida de apoyo y nutrientes necesarios para el crecimiento de las plantas; daños río abajo por los sedimentos generados por la erosión; y la disminución de la capacidad de almacenamiento de agua debido a pérdida de terreno y sedimentación de ríos y reservorios, lo cual conduce a una regulación natural disminuida del flujo de las aguas.
La sedimentación en ríos y reservorios es frecuentemente la raíz de muchos problemas en el manejo de agua. El movimiento de sedimentos y su subsiguiente deposición en reservorios y cuencas de ríos, reduce la vida útil de los reservorios para el almacenamiento de agua, agrava los danos de las aguas de inundación, impide la navegación, degrada la calidad del agua, daña los cultivos y la infraestructura, y causa excesivo desgaste de turbinas y bombas. 

c. Salinización
El agua salina es común en regiones secas; los suelos derivados de depósitos marinos químicamente desgastados (tales como pizarra) son frecuentemente salinos. Generalmente, sin embargo, los suelos salinos han recibido sales transportadas por el agua desde otras localidades. La salinización más frecuente ocurre en terrenos irrigados como resultado de un pobre control del agua, y la fuente primaria de las sales que impactan a los suelos es agua subterránea o de superficie. Las sales se acumulan por la inundación de tierras bajas, la evaporación de depresiones que no tienen salida y el aumento del nivel de la capa freática. La salinización conduce a la disminución de fertilidad de los suelos e, inclusive, a la pérdida total de la tierra para propósitos agrícolas. En ciertas instancias, las tierras de cultivo abandonadas por problemas de salinidad pueden estar sujetas a erosión por acción del agua o del viento y se convierten en zonas desérticas.
Generalmente, el agua es utilizada en exceso cuando su costo es bajo. En regiones secas. el agua subterránea que contiene sales es frecuentemente la principal fuente de agua. No dar un precio justo al agua que se obtiene de proyectos de irrigación, puede crear una gran demanda por tales proyectos y conducir al mal uso del agua disponible, dando lugar a saturación de agua y salinización.
Para tratar sobre el manejo de peligros, se deben incorporar acciones específicas en las diversas etapas del estudio de planificación para el desarrollo integrado. Primero, una evaluación de la existencia y efecto de eventos naturales sobre los bienes y servicios proporcionados por los recursos naturales en el área del plan; segundo, los estimados del impacto potencial de eventos naturales sobre las actividades de desarrollo, y tercero, la inclusión de medidas para reducir la vulnerabilidad de las actividades propuestas para el desarrollo. En este marco, las redes de "líneas vitales" deben ser identificadas: los componentes o segmentos críticos de las instalaciones para la producción, la infraestructura y los sistemas de apoyo para los asentamientos humanos deben ser lo menos vulnerables posible y tienen que ser reconocidos como elementos prioritarios para la rehabilitación después de un desastre.

FENOMENOS ATMOSFERICOS


Los huracanes son depresiones tropicales que se convienen en tormentas severas, las cuales se caracterizan por vientos que se desplazan hacia su interior en forma de un espiral. son generados por el agua oceánica caliente en latitudes bajas y son particularmente peligrosos debido a su potencial destructivo, su extensa zona de influencia, generación espontánea y desplazamiento errático. Los fenómenos asociados con los huracanes son: 
 
- Vientos que exceden los 64 nudos (74 millas/hr o 118 km/hr), que es la definición de una fuerza huracanada. Los danos resultan del impacto directo del viento sobre estructuras físicas o del acarreo de objetos por e) viento. 






- Lluvias muy fuertes que generalmente preceden y continúan después de los huracanes durante muchos días. La cantidad de lluvia depende de la cantidad de humedad en el aire, la velocidad del movimiento del huracán, y su magnitud. En tierra, (as fuertes lluvias pueden saturar tos terrenos y causar inundaciones debido a una excesiva descarga (inundaciones terrestres); pueden causar deslizamientos de tierra por el mayor peso del agua. 
 
 
 
 
 
 
 
 

FENOMENOS HIDROLOGICOS


Inundaciones
Las inundaciones, las crecidas repentinas y los aludes torrenciales  (o flujos de lodo y escombros).  Las crecidas repentinas se refieren al paso de gran cantidad de agua en periodos de tiempo muy cortos y a grandes velocidades,  mientras que las inundaciones  son  cantidades  de agua  fuera  de su cauce  natural,  que  se producen  en tiempos relativamente s largos. "Aludes torrenciales" se refiere al transporte de sedimentos (tierra, bloques, escombros) en gran concentración. Todos estos son fenómenos ampliamente relacionados puesto que, por ejemplo, las inundaciones se producen a partir de una cierta intensidad de crecida.

Las tierras relativamente planas, adyacentes a ríos y riachuelos, que se inundan cuando un determinado curso de agua rebalse su cauce, son conocidas como  llanuras de inundación y son sujetas a inundaciones recurrentes. No son usuales en las partes altas de las cuencas, porque las pendientes transversales del cauce son altas. El ancho de la llanura de inundación es función de los caudales, de la topografía, de la cantidad de sedimentos transportados, de la dureza del fondo y de las paredes del cauce. Debido a su naturaleza cambiante, las llanuras de inundación no son estáticas ni estables, por lo que pueden constituir un peligro para las actividades de desarrollo.
Las crecidas torrenciales o repentinas se pueden producir a partir de un incremento súbito de la escorrentía dentro de una cuenca hidrográfica (tormenta, huracán), y por la ocurrencia de fenómenos que cambian el comportamiento hidráulico del torrente, tales como rupturas de presas artificiales o naturales (debidas a coladas o deslizamientos hacia el cauce) donde el agua liberada de forma súbita arrasa el material del dique y de sus bordes, avanzando como una gigantesca ola.





Tsunamis
Los tsunamis son ondas marinas de período largo generadas por eventos tales como los terremotos, actividad volcánica o deslizamientos de tierra submarinos. La cresta de estas ondas puede ser superior a alturas de 25 metros al llegar a aguas poco profundas. Las características singulares de los tsunamis (longitudes de onda generalmente mayores de 100 km, velocidades en el océano profundo hasta de 700 km por hora, y alturas de ola muy pequeñas en agua profunda) hacen que su detección y monitoreo sea muy difícil. Las características de las inundaciones costeras causa de tos tsunamis son las mismas que aquellas correspondientes a las inundaciones marinas.